disertación: ¿autómatas o humanos?. Ana Tejedor

Compartir

Share on linkedin
Share on whatsapp
Share on twitter
Share on facebook
Share on email

Comentario de la profesora: muy bien desarrollada. ¡estupendo trabajo!


DISERTACIÓN

Vivimos en una sociedad llena de estereotipos, modas, movimientos sociológicos, prejuicios, falta de confianza, etc. El individuo ha pasado a formar parte de una masa indefinida en la cual todos actúan, piensan, y desean ser como todos; no existe la posibilidad de tener opiniones propias y defenderlas, ya que si esto ocurre pasas a ser una anomalía. Esta sociedad me hace plantear la siguiente pregunta: ¿no se asemeja esta masa a la programación de un robot? En esta disertación voy a reflexionar acerca de cómo la sociedad actual está basada en la creación de personas automatizadas, en vez de individuos personales. Para realizar esta reflexión debo tener en cuenta diversos aspectos; educación, aceptación e individualismo. En primer lugar, nuestra primera fuente de educación y de valores es nuestra familia, la cual nos debe transmitir unos valores humanos, para saber interactuar en la sociedad de forma autónoma. Nos deben hacer reflexionar acerca de la sociedad, de nosotros mismos y con ello encontrar nuestro sitio; el cual, no debe ser uno del montón. Actualmente, pienso que la educación ha perdido el objetivo de demostrar a todos los niños y jóvenes que ellos mismos pueden cambiar el mundo. ¿Dónde esta esa afirmación propia de “Quiero cambiar el mundo”? Se ha esfumado. Se ha cambiado por el miedo a ser diferentes, el miedo a desencajar, el miedo a no ser aceptado. Vivimos con miedo a la sociedad. Una de las afirmaciones que toda familia nos ha debido de enseñar es “Tú vales más que otros”, “Tú puedes con todo”, “Da igual lo que hagan los demás, lo importante es lo que hagas tú”, etc. Pero estas afirmaciones ya no son tan frecuentes. Ya que si nuestra primera fuente de educación nos transmite estos miedos y nos “moldean” para ser personas del montón sin iniciativa propia porque ya nadie piensa que todos somos diferentes y que todos tenemos algo que aportar. Sino que se piensa que debes ser como los demás, pensando que todo está bien y que solo no eres nadie. Seguiremos de esta manera de generación en generación sin avance por miedo a no ser aceptados por la sociedad de la época en la que vivimos. Sin embargo, existe una gran contradicción, el individualismo, según el sociólogo Charles Horton Cooley a medida que avanza la sociedad, más individualistas se vuelven las personas. Antes de desarrollar esta idea el individualismo según la Real Academia Española es: “Tendencia filosófica que defiende la autonomía y supremacía de los derechos del indi viduo frente a los de la sociedad y el Estado”. Se nos presentan dos extremos y estos tienden a no ser la mejor opción, pero la sociedad actual desde mi punto de vista se rige por estos dos extremos, “sigo a la masa sin ningún pensamiento crítico” o “la masa no me aporta nada y además me hace perder el tiempo”. El individualismo no es lo ideal, ya que sí que pienso que la sociedad realiza un papel fundamental en la creación y el desarrollo de nuestras propias opiniones e incluso de nuestra propia personalidad, es un enriquecimiento personal. Sin embargo, no debemos confundir enriquecimiento con deber, es decir, las personas somos seres sociables y debemos socializar para mejorar tanto como personas como sociedad; pero esto no significa que debamos formar parte de la sociedad sin pensamiento crítico, no debemos formar parte de una sociedad con una mente vacía. Porque si no, la masa nos tragará. El filósofo español Ortega y Gasset en su libro “La rebelión de las masas” define el término muchedumbre de esta manera: “De este modo se convierte lo que era meramente cantidad — la muchedumbre — en una determinación cualitativa: es la cualidad común, es lo mostrenco social, es el hombre en cuanto no se diferencia de otros hombres, sino que repite en sí un tipo genérico” (Ortega y Gasset, 1929). ¿No es esto, una programación de robots? Cuando se programa un robot para realizar cualquier actividad, se le están añadiendo determinadas funciones específicas, pero no es capaz de pensar por si solo, sino que está meramente ejecutando un programa constantemente y esto no es solo uno; sino que se realiza este mismo programa para otros cientos de robots exactamente iguales. Pues bien, la definición de Ortega y Gasset es desde mi punto de vista lo que realmente se presenta en la sociedad actual, las personas son como un prototipo de robot genérico, prácticamente incapaz de pensar por su cuenta, sin iniciativa y tan solo cumpliendo unas obligaciones mínimas, sin diferenciarse de los demás y sin encontrar ningún sentido a su vida. Aceptación; probablemente el mayor miedo de una persona en la actualidad, tenemos miedo a no ser queridos, a no ser aceptados, nuestras familias también lo tienen hacia nosotros, esperan que encajemos que seamos sociables y por ello nos educan para encajar olvidándose, sin embargo, de que podemos aportar algo esencial a la sociedad, aun siendo distintos, somos capaces de integrarnos. El individualismo, sin embargo, directamente se olvida de la influencia que una persona puede hacer a una muchedumbre y se centra en su propio éxito y desarrollo, dejando así al margen cualquier tipo de evolución social. Es curioso como esto se ha venido dando a lo largo de la historia; sin embargo, en el pasado ha habido personas valientes que asumiendo el riesgo de no ser aceptados han luchado por cambiar el mundo, como por ejemplo, Sócrates, le mataron por ir en contra de los sofistas, o Cristóbal Colón, le tomaron por loco al querer emprender esa expedición hacia el fin del mundo. La sociedad no les aceptó en su momento, pero han marcado un punto y aparte en la historia universal. No debemos ser robots, no debemos nadar a corriente como todos, hacia lo fácil, lo cómodo, probablemente lo erróneo; sino que debemos nadar a contracorriente siguiendo nuestros propios ideales y opiniones, en algunas ocasiones nadaremos a corriente y en otras en contra, pero si yo empiezo tengo la esperanza de que más gente me seguirá. No puedo esperar a seguir a alguien porque igual no ocurre, sino que debo empezar yo. En conclusión, desde mi perspectiva pienso que estamos siendo una sociedad automatizada por miedo a la aceptación, queremos encajar y por ello nos vamos al lado fácil hacia donde todos miran, hacemos lo que todos y esto implica que no tenemos vida interior somos superficiales, somos robots que solo ejecutan un programa, el de seguir a la masa y ser uno más. ¿Qué pasa con la iniciativa, la valentía, el conocer todo lo posible; qué ha pasado con el amor a la sabiduría que exponía Platón? No queremos saber sino queremos encajar y nos olvidamos de avanzar. El pensamiento crítico y la iniciativa propia es lo que desgraciadamente, en la actualidad está más valorado ya que perteneces a una anomalía en la sociedad. Referencias Bibliográficas: – Diccionario de la Real Academia Española. Término: individualismo. URL: https://dle.rae.es/srv/search?m=30&w=individualismo – Ortega y Gasset, 1929. “La rebelión de las masas”. – American Sociological Association. Charles Horton Cooley. URL: https://www.asanet.org/charles-h-cooley

Compartir

Share on linkedin
Share on whatsapp
Share on twitter
Share on facebook
Share on email

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *