Cuéntame una historia #28: Jara

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A pasado una semana desde que llegamos a esta casa y la verdad es que te hecho mucho de menos Lili, desde que nos fuimos de la anterior casa me aburro mucho sin ti y sin nuestros pilla pillas por el parque. Todo empezó el martes pasado, me metieron en un coche y estuvimos viajando durante 6 horas, era mi primer viaje largo y no fue una gran experiencia la verdad, cuando llegamos lo único que quería era salir, correr y jugar con Tara. Tara es mi mejor amiga y hermana, es algo mayor que yo aunque más pequeña y aun así me tratan a mi como si fuera un bebe, ¡es insoportable cuando les da por sobarme todo el día! Yo llevo aquí poco tiempo sin embargo Tara parece que lleva ya bastante y aunque me encanta jugar con ella es un poco gruñona, debe ser por la edad. En fin, el primer día que llegamos me parecía un paraíso, un jardín enorme para jugar, teníamos al lado la playa, e incluso había piscina, aunque no creo que me vuelvan a dejar acercarme después del incidente del otro día y la verdad es que a mi tampoco me apetece mucho, y aunque todo era genial y a la vez era raro, nadie salía de casa nunca solo mamá algunos días a comprar, y aunque a mi al principio me parecía genial porque pensaba que jugaría con mis demás hermanos y con Tara todos tenían cosas que hacer y Tara dormía casi todo el día, así que decidí ir en solitario.

Por las mañanas, me toca a mi despertar a todo el mundo, todos tenemos tareas y esta es la mía, les llamo pero como no me oyen siempre tengo que hablar un poco alto y luego se enfadan conmigo, encima de que les aviso. Casi toda la mañana me la paso explorando el enorme jardín, sin acercarme a la piscina, y aunque siempre encuentro sitios nuevos me encanta la zona del huerto, me podía pasar ahí horas y horas hasta que mamá me regañaba por ensuciarme y me mandaba dentro de casa, cuando esto pasa me encanta recorrerme la casa visitando a mi familia. Para empezar siempre me quedo un rato con mi madre, siempre hace cosas interesantes e incluso juega conmigo, y me mima mucho la verdad; después siempre voy a ver a mis hermanos, están los mayores que siempre están hablando a eso que llaman móvil y les contesta, una vez me dijeron que hablaban con eso a otras personas y que también se les podía escribir así que decidí cogérselo a mi Jaime para ve si podía hablar contigo y la verdad es que se enfadó muchísimo y ni siquiera funcionaba. A parte de ese incidente, me trataban muy bien pero nunca quieren jugar, así que me voy a ver a los pequeños, ellos si que son más divertidos siempre juegan conmigo al fútbol, al rugby incluso a veces jugamos al pilla pilla aunque admito que a veces son unos lloricas y se enfadan y ni siquiera se porque. También está papá, aunque con el no juego mucho la verdad, se pasa gran parte del día con el ordenador o llamando a gente pero últimamente le ha dado por dar paseos conmigo, y aunque a mi me encanta pasear ya me estoy cansando un poco de que todos quieran. Y por ultimo está Ana, ella no es parte de mis hermanos, es la que nos cuida, nos da de comer, e incluso se queda conmigo cuando lloro por las noches, lo admito no me gusta mucho la oscuridad. Ana me cae muy bien porque siempre se porta muy bien conmigo y tiene una sonrisa que me encanta, siempre que está cocinando me da comida, y eso que mama no la deja.

Después de comer la casa se queda en silencio y todo el mundo se pone a trabajar o hacer deberes, yo como no tengo nada que hacer aprovecho para echarme la siesta, y la verdad es que la disfruto mucho porque acabo agotada de todo lo que hago por la mañana. Por la tarde todo se vuelve más divertido, creo que ya se hartan de trabajar y todo se anima un poco, mi hermano mayor conecta música en el altavoz y nos ponemos todos a jugar a la pelota, es el mejor momento del día. Antes de cenar nos reunimos todos para ver en la tele a un señor hablar, después de algunos días me entere de que era el presidente del gobierno y aun no se muy bien que significa eso pero creo que es algo importante porque todos le prestaban mucha atención y cuando se acababa se veía la preocupación en sus ojos sobretodo en los de papá y mamá, yo no entendía muy bien porqué pero para distraerlos un poco les hacía un baile y no se porqué pero siempre funcionaba, se reían y me daban comida, que yo aceptaba encantada. Cuando terminamos de cenar nos vamos casi siempre a ver una película en la tele y después me voy a dormir al cuarto con Tara, menos mal que están ella y Ana porque la verdad es que no me gusta mucho la noche, demasiada oscuridad.

Y después de una semana así, aquí estoy, la verdad es que no me puedo quejar, tengo una comida, muchos hermanos con los que jugar, un jardín donde correr y encima me dejan dar paseos, por lo que me he enterado nadie puede salir de casa por algo que ha dicho el señor de la tele pero a mi sí. Ahora me tengo que ir, creo que papá me está llamando para dar nuestro paseo de por las mañanas, además creo que Jaime ya se ha dado cuenta de que tengo yo su móvil y se va a volver a enfadar muchísimo como me pille, te volveré a escribir la semana que viene a ver si volvemos ya a Madrid y volvemos a jugar. JARA.

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