Cuéntame una historia #11: ¿es un virus o es una lección de vida?

Compartir

Share on linkedin
Share on whatsapp
Share on twitter
Share on facebook
Share on email

¿Es un virus o una lección de vida?

Estábamos todos hartos de nuestras rutinas, nuestra única motivación era que quedaba el último trimestre antes de verano. Teníamos que dar el último impulso, para selectividad encontrar la universidad perfecta y pasar el mejor verano de nuestras vidas. Ya lo teníamos todo planeado mis amigos y yo; a mediados de junio nos íbamos a ir todos juntos a Venecia , el viaje que llevábamos esperando desde tercero de la eso. Íbamos a ser libres por primera vez, este verano iba a ser inolvidable y el más largo y tranquilo de nuestras vidas. Demasiado perfecto para ser verdad no?

Todo empezó en enero en las noticias se hablaba de un virus extraño que podría paralizar china, claro esto nos pillaba muy lejos y no le dimos importancia. Hasta que se empezó a expandir  por el mundo y llego a España donde vivimos. Vamos a un colegio en pozuelo donde un día se rebeló que un profesor padecía este virus altamente contagioso, todo el colegio estaba preocupadísimo preguntándose a quien se lo podría haber pegado y a quien no, pensando que íbamos a hacer ahora. Una semana después de este extraño suceso el gobierno decidió poner en cuarentena a todos los estudiantes desde los niños más pequeños en la guardería hasta los universitarios más mayores. Cuando nos enteramos eran todo risas y  bromas hasta que al día siguiente en el colegio nos comenzaron a dar todas las indicaciones que teníamos que seguir al pie de la letra. Después de este día tan largo y estresante nos empezamos a preguntar por cómo íbamos a estudiar para selectividad, por nuestro curso, por nuestros familiares y obviamente nuestro viaje de los sueños seguía en pie porque seguían quedando tres meses largos y esto hubiese pasado ya y todo volvería a la normalidad. O eso pensábamos…

Estamos a 25 de mayo y seguimos en casa. Todo segundo de bachillerato va a tener que realizar selectividad en septiembre. Adiós fiesta de graduación, adiós  viaje inolvidable, adiós celebraciones de cumpleaños y muchas cosas más que nos hemos dado cuenta de que son sin duda lo menos importante. Durante estos meses hemos tenido que acostumbrarnos a estar en casa, aburridos y  solos. También hemos aprendido a valorar más a las personas y los momentos que aunque los pasemos a distancia .

Estos meses han sido muy duros y aunque sea poco creíble han sido como una montaña rusa. Al empezar todos creíamos que nos íbamos a morir por estar encerrados en casa del aburrimiento pero en cambio la mayoría de nosotros hemos aprendido a valorar cada segundo y a saber aprovecharlo de la mejor o de la peor manera posible. Durante las primeras semanas la gente llego a hacerse los cambios de look más impresionantes por el mero hecho de estar aburridos. A partir del primer mes todo el mundo se empezó a tomar toda esta  situación mucho mas enserio debido a todos los familiares que la inmensa mayoría ha tenido que dejar atrás y por desgracia sin poder despedirse. Al empezar el segundo mes parecía que toda la situación estaba más controlada a pesar de la desesperación de todas las familias ante esta situación porque no solo quita la libertad de hacer lo que queramos sino que al repetirse tantos días seguidos podría decirse que muchos llegamos a perder incluso la esperanza.

Las redes sociales han formado una grandísima parte de nuestras vidas porque gracias a ellas hemos podido comunicarnos con las personas que más queremos y de enterarnos con detalle de todo lo sucedido.

Yo en mi casa he aprendido muchas cosas que no sabía sobre mis padres, mi padre ahí donde le vemos ha recorrido el mundo entero 8 veces y es muy sabio. Mi madre nos ha enseñado a valorar todo lo inmaterial y los momentos al máximo aunque desde fuera siempre habíamos pensado todos, si me incluyo, que era la persona más superficial y materialista que conocíamos. A mi hermano en cambio al principio le costó mucho adaptarse y daba mucha guerra en casa pero a partir de unas semanas mejoro muchísimo como persona y ahora sabe más que nadie en la casa. A todos mis amigos también les veo muy cambiados para bien claro. No puede esperar a verles en persona. Solo sueño en el día que consigamos salir de casa y podamos abrazarnos y no tener que hablar por una pantalla. Por último mis abuelos, al principio de la cuarentena decidí que les llamaría todos los días y eso he estado haciendo, les he conocido a fondo por llamadas durante horas, me he dado cuenta de lo infravalorados que estaban por mi y de todo lo que saben. Yo tengo la suerte de no haber perdido a ninguno de momento pero muchos amigos y familias han perdido a muchos.

Yo sigo soñando con el día en el que salgamos y no acabe todo sino que empiece todo de nuevo y podría decirse que de cero. Todo va a ser valorado muchísimo más hasta por las personas más frías y descuidadas. Está claro que todos vamos a valorar más la vida y la libertad que creíamos perdida.

Compartir

Share on linkedin
Share on whatsapp
Share on twitter
Share on facebook
Share on email

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *